MATEO 21Respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no sólo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho. Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.

¡Qué pobre es mi fe, Señor!, y ¡qué pobre hace ésta a mi oración! ¿Llegará el día que crezca de tal manera que me haga perder toda duda?

Confieso que hay momentos que me gustaría mover montañas, que mi fe fuera una apisonadora que fuera eliminando todos los obstáculos, y en esas ocasiones me doy cuenta que mi mayor montaña, mi mayor obstáculo es mi falta de fe, mi duda.

En esta mañana lo que quiero pedirte en oración es que aumentes mi fe (Luc. 17:5), creer lo suficiente para pedirte que me ayudes contra mi incredulidad (Mr. 9:24).

Pero en este momento que oro y escribo me doy cuenta que tú me das los medios para fortalecer mi fe, y soy perezoso para usarlos así que, te pido que me ayudes contra esta pereza espiritual, que es pecado, te pido por tanto que me ayudes contra mi pecado y por una vida más santa, más cerca de ti.

Quitar más pecado de mi vida me hace estar más cerca de ti, más efectivo en oración y más fuerte en fe.

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