LUCAS 22 15Y les dijo: ¡Cuánto he deseado comer con vosotros esta pascua antes que padezca!

Aun hoy me siguen asombrando y maravillando estas palabras tuyas, Señor mío.

En tu mente y en tu corazón estaban todos y cada uno de los padecimientos que ibas a experimentar por tus discípulos, no sufrirías por tus pecados, que no los tenías, sino por los de ellos, y aun así deseabas sentarte con ellos, con los causantes de tu daño. No era ira, ni siquiera indiferencia, sino deseo, anhelo de estar con ellos.

Sabías que no entendían todo lo que pasaba, que te negarían y que dudarían por un tiempo, y aun así quieres sentarte a la misma mesa con ellos y seguir instruyéndoles.

Ibas a comer la pascua, el cordero que representaba tu razón de venir al mundo y morir, comer cada bocado que hablaba de tu muerte. ¿Cómo te sentirías? ¡Cuán grande debió ser tu amor que venció todos los obstáculos y cualquier otro deseo!

Quiero sentirme yo como uno de tu mesa, sobre todo ahora que sé lo que significa ese momento y lo que traería después, daño para ti y beneficios eternos para mí. Quiero sentarme para poder sentir ese amor tuyo por mí, y yo poder expresar mi amor agradecido por ti.

¿Cómo será entonces cuando me siente contigo a tu mesa en tu reino? Bendito día.

0
0
0
s2sdefault
Back to Top
Las cookies facilitan la prestación de nuestros servicios. Al utilizar nuestros servicios, usted acepta que utilizamos cookies.
Política de privacidad De acuerdo Rechazar