ISAIAS 51 1Oídme, los que seguís la justicia, los que buscáis a Yahveh. Mirad a la piedra de donde fuisteis cortados, y al hueco de la cantera de donde fuisteis arrancados.

Aun cuando tu palabra me dice que debo mirar hacia adelante porque aún queda mucho por venir, entre ello tu Hijo, es necesario también que mire al pasado. Aun cuando tengo que centrar mi atención en el presente por todo lo que queda por hacer en tu servicio y de perseverar en mi salvación, también he de detenerme y pensar en mi pasado, recordar de dónde vengo.

Cuando diriges estas palabras a tu pueblo, también me hablas a mí. En tu gracia me permites ser también de los que buscan tu justicia y te sigue a ti. Quiero que estés siempre en mi horizonte, pero esto me hace pensar en esta mañana de dónde vengo, de dónde me sacaste y como dice esa canción «¿Qué sería de mí si no me hubieras alcanzado?»

Mi origen era la cantera de corazón duro, la frialdad de la piedra arrogante y egoísta.

Tú fuiste quien me arrancaste de aquel lugar con el punzón y martillo de los clavos y la cruz de tu Hijo, y me has convertido en piedra viva para tu casa. No puedo imaginar mayor privilegio.

Miro hacia atrás y te doy gracias por el hueco que dejé, pero a la vez me da pena por todos aquellos que aún quedan allí.

Señor envía allí a tu Espíritu, arráncalos y dales vida.

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