calavera2132Parece que está de moda un programa televisivo conducido por el catalán Jordi González y que tiene a la británica Anne Germain como estrella principal. “Más allá de la vida” es el nombre de dicha emisión. La fórmula consiste en juntar un auditorio de personas que esperan contactar con algún pariente muerto, invitar a algún famoso para darle más credibilidad al asunto y aderezarlo todo con un médium (persona que supuestamente se comunica con los muertos). ¿Qué hay de cierto en todo esto? ¿Pueden las personas contactar con el más allá? ¿Qué nos espera al otro lado de la vida?

Vayamos por partes. Este tipo de sesiones espiritistas no es nada nuevo y ya ha sido explotado con anterioridad en países como Estados Unidos, donde ha recibido críticas feroces desde varios sectores de la sociedad. La verdad es que no es difícil explicar la combinación de factores en los que se basa el éxito de estos programas-espectáculo. En primer lugar tenemos a un excelente comunicador, bueno en inteligencia emocional (la capacidad de reconocer y manejar sentimientos propios y ajenos), y que además domina el método de la “lectura fría” (conjunto de técnicas empleadas para hacer creer a alguien que sabes cosas sobre él que realmente no sabes). A continuación añadimos a un grupo escogido de personas impresionables y “creyentes” que van dispuestos a tener una experiencia sobrenatural. Por último, contaremos con ayudantes que se mezclarán entre el público antes y durante el programa, conversando con él y recogiendo información valiosa que pasarán al locutor, normalmente a través de auriculares. Se cuenta que en una ocasión un espectador facilitó información falsa a los asistentes del norteamericano John Edward (el más conocido de los médiums que contacta con los muertos ante las cámaras de televisión) y un poco más tarde, durante el programa ¡los espíritus se la transmitieron al médium como verdadera! Lo cierto es que hay muchos “charlatanes” y timadores dispuestos a enriquecerse a costa de la búsqueda de respuestas de unos y de la ingenuidad de otros.

A pesar de lo explicado en el párrafo anterior aún habrá quien piense que aunque hay mucho engañador suelto, seguramente habrá unos pocos que realmente poseen poderes sobrenaturales y son capaces de comunicarse con la vida de ultratumba. Bien, miremos más de cerca esta creencia. Por definición, el poder sobrenatural sólo puede venir con la ayuda del área espiritual y en este sentido sólo disponemos de dos opciones: una es Dios, la otra es el diablo. Vamos a dejar la primera opción para el final y pensemos por un momento que el diablo está detrás de algunas manifestaciones sobrenaturales. Es de vital importancia aclarar que no tiene nada de “inocente” ni de bueno intentar contactar con espíritus, la razón subyacente es que Satanás es un ser real y ciertamente poderoso, capaz de disfrazarse “de ángel de luz” y que no tiene otro objetivo que la destrucción absoluta de nuestra mente, cuerpo y alma. Con esto queremos decir, entre otras cosas, que un demonio puede hacerse pasar por un ser querido, ya fallecido, y darnos falsos ánimos (los que mueren se convierten en seres superiores que nos cuidan), así como falsa información sobre la vida después de la muerte (todos pasamos a un estado de paz y felicidad).

Intentar averiguar que hay después de la muerte es una inquietud legítima, forma parte de nuestra naturaleza trascendente y nos diferencia del resto de seres vivos. Ahora bien, buscar respuestas en todos los lugares menos en el sitio adecuado, es trágico a la par que poco inteligente. Decía C.K. Chesterton que “Cuando el hombre deja de creer en Dios no es que ya no crea en nada, sino que está dispuesto a creer en todo”, y yo te pregunto; ¿estás creyendo en “todo” menos en lo único verdadero? ¿Estás depositando tu fe en el espiritismo, tarot, horóscopo, reencarnación, o en cualquier otra mentira en vez de confiar en el Dios vivo? ¿Acaso no sabes lo que dice el testimonio bíblico sobre este asunto? “No sea hallado en ti…quién practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Dios cualquiera que hace estas cosas…” (Libro de Deuteronomio, capítulo 18, versículos 10 al 12).

Amigo lector, si quieres información fiel y verdadera sobre el más allá y el destino que te espera harías bien en leer la Biblia, pues en ella el Eterno revela todas estas cosas. Si leyeras la Palabra de Dios, sabrías que la comunicación entre vivos y muertos es imposible; que en el mejor de los casos vas a caer en manos de espíritus malignos que se burlarán de ti, y que en el peor de ellos, te destruirán. Si querido amigo, ciertamente hay vida en el más allá, pero no es la que pintan los médiums espiritistas. Hay dos destinos posibles e inalterables para todo ser humano (cielo/infierno) y el momento de preocuparte por tu alma y por aquellos que amas es aquí y ahora, ya que mañana puede ser demasiado tarde. ¡Huye de aquellos caminos que sólo te ofrecen una paz ficticia y reconcíliate con Dios antes de que tus días en este mundo lleguen a su fin! Morir rechazando a Jesucristo como tu único y suficiente Salvador, significa un destino de desdicha eterna. Ahora que sabes la verdad sobre el más allá, ¿qué vas a hacer con ella?

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