big thumbIntroducción. (Hechos 12:12)

Seguro que si oímos el nombre de María, nos viene a la mente en primer lugar a María la madre de nuestro Señor Jesucristo. Si vamos un paso más allá, la que quizás recordemos después sea María Magdalena, o María la hermana de Marta y de Lázaro. Son mujeres excepcionales en las Escrituras, y son personajes tan conocidos y que se ha hablado y predicado tanto de ellas, que fácilmente podríamos todas hablar de cada una de estas Marías.

Pero en esta tarde os propongo un reto, conocer a otra María que quizás no sea tan bien conocida o con tanta fama como las anteriormente mencionadas. Si yo os digo ¿quién es María, la madre de Juan Marcos? Sin mirar en la Biblia, ¿podríais decirme algo de ella? Probablemente pocas mujeres cristianas tienen información sobre ella, incluso algunas podríais decirme que quién era Juan Marcos.

Para ser sincera, solo un versículo se habla de ella en toda las Escrituras, pero ese versículo es clave para entender qué tipo de mujer era esta María.

Espero que después del estudio nunca más la olvidéis, y la pongáis al lado del resto de las otras Marías.

Era madre de Juan Marcos (Hechos 12:12)

Era madre de Juan Marcos, el que escribió el evangelio de Marcos. Él no fue un apóstol como los doce, pero sí aprendió de uno de los apóstoles más importantes, el apóstol Pedro. En 1ª Pedro 5:13, Pedro habla de Marcos como su hijo espiritual “y Marcos mi hijo, os saludan”. Fue a través de Pedro, que Marcos conociera el evangelio y al Señor Jesucristo, fue a través de Pedro que Marcos aprendiera y supiera todos los detalles de la vida de Jesús, para así poder escribir el evangelio de Marcos.

No podemos confirmar si María se convirtió al Señor cuando Pedro hizo su primer discurso en Jerusalén, o ya era una verdadera discípula de Cristo mucho antes. Lo que sí podemos decir es que ella fue un ejemplo de una verdadera creyente para su hijo Marcos, su amor al Señor y al cuerpo de creyentes, la iglesia, hizo que ella ofreciera no solo su vida al Salvador sino sus dones y bienes materiales.

Probablemente, María era hermana de Bernabé, el compañero de Pablo en su primer viaje misionero, ya que en Colosenses 4:10 se menciona que Juan Marcos era sobrino de Bernabé. Quizás por ese motivo cuando Pablo y Bernabé quieren volver a visitar a las iglesias que Dios había fundado por medio de ellos, Bernabé elige ir con Marcos, hecho por el que se separaron Pablo y él.

María, Bernabé y por lo tanto toda la familia, eran naturales de Chipre (Hechos 4:36), por ese motivo Bernabé y Pablo en su primer viaje misionero escogieron Chipre como su primer destino para predicar el evangelio (Hechos 13:4).

Su hogar al servicio del Señor

Hay algunos comentaristas que dicen que el aposento alto donde Jesús tuvo la última cena con sus apóstoles y donde se reunieron a orar cuando recibieron el Espíritu Santo, era precisamente la casa de María. Pero bíblicamente no podemos asegurarlo al 100%.

Independientemente de si era la misma casa o no, lo que sí sabemos es que su casa la puso al servicio de los creyentes en Jerusalén. Por toda la narración del pasaje del capítulo 12 de Hechos, se entrevé que la casa de María era una casa grande, con un patio y sitio suficiente para congregarse parte de la iglesia de Jerusalén (Hechos 12:5; 12) “donde muchos estaban reunidos orando”.

Tenemos que ponernos en contexto, la iglesia en esos momentos estaba sufriendo una persecución muy fuerte, habían matado a Jacobo y Pedro estaba en la cárcel (Hechos 12:1-5). Estaban intentando prender a los cristianos y encarcelarlos, era un gran riesgo abrir tu casa para recibir a creyentes y además tener reuniones de oración y adoración a Dios. Sin embargo, sin importarle las consecuencias, su casa la seguía ofreciendo para que la iglesia en Jerusalén se reuniera. ¡Qué valentía! ¡Qué determinación!

¿Cómo estás usando tu casa, tus bienes? ¿Es tu casa un lugar abierto para el Señor y puesta al servicio de los creyentes? ¿Es tu casa un lugar donde los creyentes pueden reunirse a orar, o a estudiar la Palabra? ¿Eres hospitalaria?

María seguramente era una viuda con medios económicos, ya que podía permitirse el lujo de tener criadas como Rode (Hechos 12:13). Habría visto el ejemplo de su hermano Bernabé, como vendió una heredad y trajo el precio de la venta a los apóstoles para ayudar a los necesitados (Hechos 4:36-37), por lo que ella también entregó su casa para servir al Señor.

Alguien puede decir que quizás se reunieron muchos creyentes de manera específica en esa ocasión, para orar por la liberación de Pedro, pero entonces ¿por qué Pedro cuando fue liberado de la cárcel fue directamente a la casa de María? Es obvio que él sabía que allí era donde se reunían los creyentes de manera regular y que María le recibiría sin dudar, por eso fue allí.

En aquel hogar no había descanso, era de noche, y allí estaban los creyentes intercediendo por Pedro, y María vio respondidas sus oraciones y confirmada su fe.

Fue madre de un misionero

Creo que para una madre cristiana uno de los mayores privilegios que puede tener es ver que alguno de sus hijos tiene el deseo de predicar el evangelio y servir al Señor con todos sus dones.

Así ocurrió con el hijo de María, Juan Marcos, no se mencionan más hijos y no sabemos si él era el único hijo, de haberlo sido hubiera sido incluso más doloroso para ella. Su hijo fue en el grupo de acompañantes del apóstol Pablo y Bernabé cuando salieron en su primer viaje misionero (Hechos 13:1-3; 13). En aquellos tiempos el viajar de ciudad en ciudad predicando el evangelio y sin saber qué les ocurriría, ni siquiera si volverían a verse más, era un servicio muy peligroso. Pero ella no se opuso, al revés, dejó marchar a su hijo para que sirviera al Señor.

¿Dejarías tú marchar a alguno de tus hijos aun a sabiendas de que probablemente no lo volvieras a ver más?

Es cierto que Juan Marcos se volvió a su casa al poco tiempo, quizás no estaba preparado para tanto sacrificio, o no pudo aguantar el estar lejos de su madre. Sea cual fuera su motivo volvió a casa. En el segundo viaje misionero de Pablo y Bernabé, este último quiere volver a llevar a su sobrino con ellos, pero Pablo no quiere ya que les abandonó, y acaban dividiéndose Pablo y Bernabé. Pablo se llevó a Silas y Bernabé a Juan Marcos (Hechos 36-41).

¿Quizá Juan Marcos se dio cuenta de su error y quiso intentarlo de nuevo? El caso es que acabó siendo un siervo fiel y compañero del evangelio del apóstol Pablo, hasta tal punto que Pablo dice en 2ª Timoteo 4:11: “Toma a Marcos y tráele contigo, porque me es útil para el ministerio.”

Aplicación

El servicio externo que María hizo abriendo su casa y sus bienes a los creyentes era una expresión, un fruto de lo que había ocurrido en su corazón. Dios la había salvado, Dios había entregado a su Hijo por ella, y ahora ella quería servirle con todo su corazón y con todas sus fuerzas y con todo lo que tenía. La manera que María tenía de expresar el gran amor que tenía por su Señor era rendirlo todo a Él. ¿Lo has hecho tú? o ¿todavía tienes ciertas áreas que no has entregado al Señor?

Qué bendición usar nuestro tiempo, nuestras posesiones y nuestros dones para el Señor, incluso nuestros hijos. Somos responsables, mayordomos, del uso de nuestro tiempo, nuestras posesiones y nuestros dones, y un día tendremos que dar cuenta de cómo hemos administrado todo lo que el Señor nos ha dado. ¡Que seamos halladas fieles en todo!

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