La semana del 30 de julio al 6 de agosto, nuestra iglesia, ha desarrollado un evangelismo en la Plaza Mayor y por las calles cercanas. Un grupo de siete jóvenes británicos (irlandeses e ingleses) han venido con ese propósito, ayudarnos a extender la Palabra de Dios en nuestra ciudad, organizado por la European Missionary Fellowship (EMF). Ha sido una semana de mucho trabajo y calor, pero con mucha ilusión y deseo de predicar y compartir el evangelio a las personas.
Cada mañana a las 9,30h nos reuníamos en la iglesia para tener un tiempo devocional y de oración, buscando la ayuda y bendición de nuestro Dios antes de salir a las calles y plazas. Se nos unían algunos creyentes y jóvenes de la iglesia, hasta el punto de que algunos días éramos unos 20 hablando y predicando el evangelio. Qué bendición al volver a casa y alrededor de la mesa de comida compartir nuestras oportunidades y experiencias que tuvimos cada día. ¡Era una bendición ver las caras entusiasmadas contando cada uno cómo le había ido esa mañana!
El miércoles fuimos a La Solana, donde nuestros queridos amigos y hermanos en la fe, Rafael y Juana, ya nos estaban esperando con gozo en su casa. Era día de mercadillo, así que tuvimos la oportunidad de predicar con el tablero, cantamos algunas canciones en inglés y en español, repartimos muchos folletos y hablamos con varias personas. Después Rafael y Juana con la hospitalidad que les caracteriza, nos prepararon una buena comida. Por la tarde de vuelta a casa paramos en las Lagunas de Ruidera y disfrutamos de un buen baño.
El jueves, dedicamos la mañana a los peques. En la Plaza del Ayuntamiento, dibujábamos las caras de los niños gratuitamente, jugamos con el paracaídas, hicieron marca páginas, cantamos cantidad de canciones para los niños y se predicó el evangelio como cada día. Acudían niños por todos lados y fue una bendición verlos contentos y a sus papis también. Gracias a los padres también que trajeron a sus niños de la iglesia. ¡Qué buena mañana pasamos!
El viernes desde las 9 de la mañana a casi las 9 de la tarde, estuvimos en un supermercado de Mercadona, recogiendo alimentos y productos de higiene (operación kilo) para la Asociación Manos Extendidas. Es el brazo social de la iglesia, donde de manera regular se ayuda a unas doscientas familias necesitadas de la ciudad. Hicimos una tabla de horarios donde cualquiera de la iglesia podía apuntarse y echar una mano, a parte del equipo de británicos. Tenemos que decir que a pesar de ser agosto y de que había tanta gente de vacaciones, la respuesta fue muy generosa, se recogieron en total unos 12 carros llenos ¡qué alegría!
El sábado tuvimos que despedir a nuestro equipo que volvían a casa. Creo y hablo por todos en general que ha sido una experiencia muy positiva y de gran bendición, tanto como para el equipo que vino como para nosotros como iglesia. De hecho, quieren volver a repetirlo en otras iglesias y países europeos. ¿Por qué tanto esfuerzo, tanto trabajo? La respuesta es sencilla y llanamente, porque queremos anunciar y compartir el evangelio a toda criatura, para que muchos más encuentren en la persona y obra de Cristo en la cruz, su salvación y perdón de pecados.