Y tú hablarás a todos los sabios de corazón, a quienes yo he llenado de espíritu de sabiduría, para que hagan las vestiduras de Aarón, para consagrarle para que sea mi sacerdote.

Señor, tú llenas de espíritu de sabiduría a los sabios de corazón, para hacer vestiduras, sabiduría sobre sabiduría para ser sastre.

¡Cuán sorprendente es tu obra secreta en la vida de tu pueblo! ¡Cuán maravillado quedaré cuando en tu presencia en gloria me muestres todas las cosas que hiciste y que yo neciamente pensé que eran cosas mías!

Tú ya repartes sabiduría al corazón del ser humano para hacerle buen artesano, pero hace falta más que eso para poner su arte a tu servicio, y entonces envías a tu Espíritu (Ex. 31:2-6).

Señor, ayúdame hoy y en los días venideros para que los posibles talentos o dones en mí estén a tu servicio, a la edificación de tu casa.

Te pido también que obres en todos y cada uno de tu pueblo, la iglesia, para que ellos sientan que tienen dones, que la sabiduría de su corazón puede ser acompañada por la sabiduría de tu Espíritu en ellos para poner su parte en la edificación de tu iglesia, y luego danos la sabiduría y humildad para reconocer que tú lo hiciste.