Jehová habló a Moisés, diciendo: Habla a Aarón y a sus hijos y diles: así bendeciréis a los hijos de Israel, diciéndoles: Jehová te bendiga, y te guarde; Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz. Y pondrán mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo los bendeciré.

¡Cuán importante que haya niños alrededor! Antes, cuando las mías eran pequeñas, me resultaba fácil pedir por ellas y por los niños en general, ahora como ya no están, me es fácil olvidarme de ellas y de su lugar en la congregación.

Señor bendice a los niños, a los que conozco y a los que no, a los que siento cerca y a los lejanos, no para que sean juguetes o entretenimiento o esperanza de bien para los adultos, no Señor, bendícelos para que te conozcan en sus corazones de manera personal, para que te honren y te sirvan, para que sean bendición y futuro para tu pueblo.

Para ello Señor, te pido que les des padre y madre creyentes y que estos tengan como prioridad instruirles en tu palabra.

Te pido que como iglesia nos ayudes a ser responsables de ellos, a proveer de todo lo que sea necesario, a tener paciencia y prudencia con ellos, dentro y fuera de la congregación, en público y en privado.

Y a mí, Señor, ayúdame a ser como un padre espiritual para ellos y hacerme entender por ellos.