Y trató de destruirlos, De no haberse interpuesto Moisés su escogido delante de él. A fin de apartar su indignación para que no los destruyese.
Mirando hacia atrás, como hace este salmo, me doy cuenta de que hemos evolucionado poco hoy a como era Israel en el pasado. El ser humano sigue siendo pecador (v.6), rebelde (v.7), olvidadizo (v.13) y con tendencia a la idolatría (v.19ss).
Merecieron ellos en el pasado y nosotros hoy en el presente, ser destruidos a causa de tu justa indignación; y no fue así gracias a tu siervo Moisés, escogido por ti, que intercedió por ellos.
Entiendo que por una parte, Moisés es una imagen de tu Hijo y por otra un ejemplo para mí.
¡Cuántas gracias tenemos que darte cada día!, y así te doy yo hoy, por tener un abogado como tu Hijo Jesucristo (1 Jn.2:1) (Hb.7:25). Si no fuera por lo que él hizo en la cruz y lo que sigue haciendo a tu derecha ¿quién podría resistir en tu presencia?
También yo, como todo tu pueblo a una, debemos tomar este ejemplo como tarea. Señor ten misericordia de esta generación sorda y ciega de espíritu y dura de corazón, atráelos a ti, atráelos al arrepentimiento y, si es tu voluntad, úsame a mí para ello.