Yahveh está conmigo; no temeré Lo que pueda hacer el hombre.
Padre, ¿puedo hacer mía hoy esta afirmación? ¿Puede cada creyente, sin depender de su estado o circunstancia, afirmar que tú estarás con él ante los ataques del hombre? ¿Es condicional, es decir, que nada podrá hacerme el hombre si tú estás conmigo? Y si es así ¿Te he invocado (v.5), te he buscado y agradado adecuadamente para poder asegurar que tú estás a mi lado y me protegerás de lo que me pueda hacer el hombre?
Sea como fuere, tengo que tener por cierto que el hombre que me aborrece (v.7) puede hacerme mal, que cada día, hoy incluido, puedo encontrarme con oposición y dificultades, que ser siervo de un señor como tú, producirá rechazo y enemigos. Pero mi trabajo y preocupación no es evitarlos ni querer agradarles, sino buscar y alcanzar la certeza, hacer el esfuerzo de que Tú estés conmigo (Rom.8:51).
Señor, ayúdame a entender que el problema no es el conflicto o el ataque de enemigos, sino tu ausencia.
No, no tengo que tener temor de lo que pueda hacerme nadie, puesto que tu bien y tu presencia lo supera todo.