Hierro con hierro se aguza; Y así el hombre aguza el rostro de su amigo.

¡Cuán importante es tener amigos! Tu palabra me lo recuerda muchas veces (17:9,17; 27:10), pero no para ser entretenido o adulado, sino para ser ayudado o reprendido.

Sí, yo necesito ser afilado o aguzado, necesito eliminar todas las mellas que me deja la vida en el filo, necesito constantemente ser cortante cuchillo, útil hacha. No puedo dejar que yo, como hijo y siervo tuyo, me deteriore y estropee hasta que tenga que ser marginado como algo ya inútil.

Y qué mejor para esto que otro de la misma condición y necesidad. Amigos que compartan el mismo anhelo, el mismo trabajo y, por tanto, las mismas necesidades.

Aguzarnos mutuamente produce chispas, no me gusta, duele y humilla., pero luego veo el bien, lo útil que fueron esos chasquidos y lo útil que vuelvo a ser. Dame amigos como estos, que vean lo que yo no veo, que me empujen cuando no quiero avanzar, que me sigan y me digan lo que necesito oír. Hazme amigo de esta clase, útil a otros aun con mis propias deficiencias.

Ayúdame en la iglesia, en la comunión entre hermanos, ayúdame en el hogar con mi esposa.

Gracias por ser ella la mejor ayuda para mi filo.