Miré todas las obras que se hacen debajo del sol; y he aquí, todo ello es vanidad y aflicción de espíritu.
En verdad este libro desde su inicio (v.2) es muy negativo. Tu siervo me describe la vida como algo fatigoso (v.8), molesto y doloroso (v.18) etc… Seguramente tu siervo Salomón estaría describiendo su vida de cuando sus muchas mujeres desviaron su corazón. (1 Rey.11:3ss). Quiero pensar que, al escribir esta parte de tu libro, inspirado por ti, recuperó su estabilidad espiritual y relación contigo (12:13s).
Yo, por mi parte, tengo que confesar que muchas veces veo lo que me rodea de la misma manera. Gente vacía que se afana en asuntos que no satisfarán sus sentidos; negocios corruptos por corazones corruptos, sentimientos engañosos que expresan una cosa, pero que sienten otra. Injusticias, sufrimientos… La lista me parece interminable, pero lo más triste es que todo eso lo veo en mí en potencia. Si no he caído ya en alguna de esas vanidades, me siento capaz de caer en algún momento.
Mirar al mundo, mirar el corazón de la gente que me rodea y mirar mi propio corazón, me produce tremenda aflicción de espíritu.
Aun así, te doy gracias Señor, porque todo eso me ayuda a buscarte y mirarte a ti. Tú eres mi sol en medio de tanta obscuridad.