Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová.
¡Mi alabanza está en ti, Dios mío, mi gozo eres tú!
Qué bendición es poder empezar así este día, sabiendo cómo me has librado de mi ceguera pasada.
En estas palabras que tengo delante de mí, puedo ver gente de mi alrededor que también han puesto su gozo y orgullo en sí mismos. Unos en su sabiduría, su conocimiento y experiencia, otros en su valentía, salud y juventud, y otros en su riqueza, sus posesiones y conquistas. No se niegan estos valores, la humanidad ha avanzado y ha conquistado mucho terreno en muchas áreas, pero aun así no hemos llegado muy lejos. Seguimos siendo pobres criaturas, llenos de violencia contra toda especie, incluso contra nosotros mismos. No hemos conseguido disminuir la injusticia, sino todo lo contrario. Hemos perdido la perspectiva de la dignidad y el valor del ser humano.
Esto pasa por no tenerte a ti y nada cambiará hasta que no te alcancen y te hagan suyo. La esperanza del ser humano eres tú. Solo en ti se encuentra la verdadera alabanza, gozo o descanso.
Entender cómo eres y lo que dices, conocerte más y mejor, descubrir tu misericordia, juicio y justicia es la única salida que tiene el ser humano.
Ayúdame, Dios mío, a hablar de ti y gozarme solo en ti y no en otra sabiduría, valentía o riqueza. Tú ya lo eres todo.