¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de espíritu? ¿Y por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud.

Gracias, Señor, por recordarme que tengo que ser leal a mi esposa. La verdad es que no consideraba que fuera tan grave este pecado delante de ti.

Dices que no oirás el llanto de tu pueblo, ni considerarás su ofrenda por este pecado (v.13), tan grave como no reconocer tu amor (1:2), menospreciar tu nombre (1:2), etcétera.

¿Es esta deslealtad lo mismo que la infidelidad, el adulterio, o es más amplio? Sé que el adulterio lo condenas muy firmemente (Deut.5:18) (Mt.5:27) … y siempre he estado alerta en esto, pero si la lealtad a ella implica tenerla siempre en cuenta, considerarla en todos mis asuntos, abrirle siempre mi corazón de forma sincera, etcétera, entonces sí que habré pecado muchas veces.

Ayúdame, Señor, a serle leal en todo, a recordarla como en el primer día, a esforzarme a que sea siempre la mujer de mi juventud. Especialmente ahora que esto puede afectar, impedir que mi clamor llegue a ti, que mi ofrenda sea aceptable.

¡Cuánto daño sufre tu iglesia por esta deslealtad! Muéstranos la importancia de trabajar más en nuestra familia para poder ver más tu bendición sobre todos.