Y los hombres de Israel tomaron de las provisiones de ellos, y no consultaron a Yahveh.
En plena conquista de la tierra que tú, Señor, diste a tu pueblo, se acercó un astuto grupo de Gabaón, que viendo y temiendo el poder de Josué, prefirieron engañar y hacer un pacto antes que pelear o hacerse judíos (Jos. 9:3ss). Lo consiguieron porque tu pueblo no te consultó, se dejó llevar por la apariencia.
Entiendo que aquello fue un error, más que un pecado. No hubo ninguna intención por parte de Josué de ambición, avaricia o desobediencia a tus mandatos, solo que no se tomaron el tiempo adecuado para analizar las circunstancias y buscar tu voluntad.
Hay veces que no es fácil para mí diferenciar lo que es un pecado y lo que es un error, lo que es desprecio a tu palabra o dejadez y prisas para no consultar tu palabra, tu voluntad. Necesito, por tanto, tu ayuda para mi propia actitud, como para ayudar a otros a saber discernir y decidir.
A pesar del engaño de aquella gente no rompieron el pacto que ya habían hecho (Jos. 9:19) y aceptaron las consecuencias. Evitaron que un error les llevara a un pecado. Yo también necesito saber corregir y aceptar mis errores.
¡Cuán necesario me es en mi vida consultar tu palabra para no pecar y no errar!