El momento:
- Sigue a la muerte.
- En la 2ª venida del Señor.
- Tras la resurrección.
- Será "un día".
Quién juzga y por qué:
- Será Cristo (no el Padre).
- Para separar trigo y paja.
- Para que Dios muestre su justicia.
- De justa y precisa retribución.
A quién:
- A todas las naciones.
- A justos e injustos.
- Grandes y pequeños.
- Vivos y muertos.
- A los ángeles.
- Al diablo.
Cómo:
- Cada uno dará cuenta de sí.
- Será individual y personal.
- Según hizo cada uno.
- A los que no conocen la Ley, según la ley interior.
- A los que sí la conocen, según esta.
- Se incrementa la condena si hay rechazo del evangelio.
- Y más aun si conocen el Evangelio.
- Lo primero será separar creyentes de incrédulos.
Los creyentes:
- Los inscritos en el libro del Cordero serán librados del juicio de condenación, pues ya han sido justificados.
- No hay condenación.
- No serán avergonzados.
- Cristo los reconocerá públicamente:
- Presentados santos y sin mancha.
- Siendo liberados de lo que merecían.
- Por su relación personal con Él.
- Y solo con Él.
- Y juzgarán con Él al mundo.
Los incrédulos:
Por qué serán juzgados:
- Por cada palabra.
- Por cada pensamiento y deseo escondido.
- Por sus obras.
Defensa del incrédulo:
- No la hay.
- Todos encontrados culpables.
- No habrá nada que decir en defensa.
- Las palabras de Cristo estarán en contra
Serán condenados:
- Es enseñanza esencial del evangelio.
- Su destino es anunciado.
- El juicio será temido.
- Será ira de Dios y castigo eterno.
- Final y completo.
Premios reconocimientos:
- Vida eterna, gloria, honra, paz.
- Por su fidelidad y servicio fiel.
- Gloria/gozo .
Hoy:
- El juicio debe ser un incentivo en la predicación.
- Necesario aviso al incrédulo: para arrepentimiento y fe.
- Incentivo para santidad.