¿Qué es la tentación?
Es una instigación o estímulo que induce el deseo de algo. Es el impulso de hacer o tomar algo atrayente pero que puede resultar inconveniente.
¿Puede Dios tentar?
El problema es que la palabra tentar o probar son la misma en su original, y podemos ver que en la Biblia Dios sí prueba, pero no tienta (Génesis 22:1ss. Deuteronomio 8:2; para probarte y saber lo que había en tu corazón; Santiago 1:13; Dios no tienta a nadie). Cuando Dios prueba lo hace con el propósito de mostrarnos nuestro corazón y lo que somos, para ver el estado espiritual de nuestro corazón, es para nuestra santificación. Sin embargo cuando somos tentados por el diablo o por nuestro corazón, es para pecar y alejarnos de Dios.
¿De dónde procede la tentación?
1. Del diablo: 1ª Tesalonicenses 3:5
2. De la carne: Santiago 1:13-14
3. Del mundo: 1ª Juan 2:15-17
¿Es la tentación un pecado?
¡No! Podemos ser tentados y no pecar. El pecado es la consumación de la tentación. Es la sumisión y rendición a la tentación (Santiago 1:13-15).
El mejor ejemplo lo tenemos en Cristo, él fue tentado en todo pero sin pecado (Hebreos 4:15). Como alguien dijo: “No es lo mismo que las aves revoloteen sobre tu cabeza a que las aves hagan nido en tu cabeza”.
¿Cómo somos tentados?
1. Cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado, y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte (Santiago 1:14-15).
2. En Génesis 3, podemos ver claramente cómo la serpiente (Satanás) tienta a Eva cuestionando y cambiando lo que Dios ha dicho, engañando, mintiendo, mezclando la verdad con la mentira, ofreciendo cosas atractivas a cambio. El diablo tiene muchas artimañas y a cada uno le va a tentar según su debilidad (ej. bebida).
¿Podemos decir no a la tentación?
Por supuesto que sí. Si eres creyente ya no estás bajo el dominio del diablo sino de Cristo, Él es tu Señor, el diablo no tiene ningún derecho sobre ti (Romanos 6:6, 11-14).
Un ejemplo de tentación
(Génesis 39:1-20) José fue tentado con la mujer de Potifar, pero él no quería pecar contra Dios y salió corriendo. Muchas veces para vencer hay que huir y eso no es de cobardes, al revés, es de valientes. Muchas guerras se han ganado por huir y no enfrentarse de cara contra el enemigo.
José tuvo encima que sufrir e ir a la cárcel por ser fiel a Dios y no querer pecar. ¿Estamos nosotros dispuestos a que nos llamen tontos, puritanos etc., a que se burlen por no querer actuar como el mundo?
¿Cómo vencer la tentación?
1. Reconoce que siempre serás tentado y busca la salida (1 Corintios 10:13).
2. Reconoce tus debilidades, prepárate y resiste (1Pedro 5:8-9; Efesios 4:27; Santiago 4:7).
3. Soportar y triunfar (Santiago 1:12).
4. Aprender de Jesús, respondió con la Escritura (Lucas 4:4, 8, 12)
5. Pide ayuda a Dios (Salmo 50:15; Hebreos 5:15-16).
Conclusión
Estamos en una batalla espiritual, pero somos más que vencedores en Cristo Jesús (Efesios 6:12; 2 Corintios 10:3-7; Romanos 8:37; 1 Juan 4:4).