Mateo 6:25-34
Introducción:
¿Qué tal andas económicamente? ¿Tienes trabajo? ¿Tienes suficiente trabajo, suficiente dinero? ¿Te ha afectado 'la crisis'? – ¿te está afectando? ¿Tienes deudas? ¿Te preocupan los recibos? ¿Te preguntas cómo vas a llegar al 31 de agosto?
Lo que hemos leído hace un momento son palabras de Jesús, del Señor Jesucristo – de su 'sermón del monte'. Y voy a decir cuatro cosas sobre estas palabras suyas:
1. LA GRAN ACTUALIDAD de estas palabras del Señor:
¿Crees que las palabras de Jesús de Nazaret, pronunciadas hace casi dos mil años, tienen algo que decirnos en el año 2009? A ver qué te parece esto: "No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir" (Mt. 6:25).
- ¿Acaso no nos preocupan, a veces, estas cosas: qué vamos a comer; qué vamos a beber; de qué nos vamos a vestir?
- ¿Acaso no estamos viviendo una crisis económica que está afectando a millones de personas, entre ellas algunos de nosotros?
- Y aunque no hubiera crisis, o aunque la crisis a ti no te esté afectando, ¿acaso no es verdad que nos afanamos por estas cosas: qué vamos a comer; qué vamos a beber; de qué nos vamos a vestir; y por otras cosas por el estilo?
¡Fíjate lo actuales que son estas palabras del Señor aquí!
2. LA GRAN NECESIDAD de estas palabras del Señor:
¿Crees que tú necesitas estas palabras, estos diez versículos de la Biblia? ¿Por qué dijo el Señor estas palabras? – ¿por qué le pareció necesario decir esto?
A mí me cuesta creer que el Señor dijera nada que no fuera importante, que no fuera necesario.
- Estaba hablando – principalmente – a sus discípulos – Mt. 5:1 y ss.
- Les estaba enseñando cómo debía ser la vida de un discípulo suyo – Mt. 5:3 y ss.; 5:13-16; 5:17 y ss.; 5:38 y ss.; 6:1-4; 6:5 y ss.; etc.
- Él sabía cómo eran sus discípulos – y ¡sabe cómo somos sus discípulos de ahora!: ¡nos afanamos por nuestra vida!; ¡nos preocupan nuestras necesidades físicas, materiales, prácticas!; y ¡nos 'estresamos', y afecta a nuestra salud, etc.!
Por eso le pareció necesario decirles – decirnos – todo esto. ¡Son cosas muy necesarias – incluso para nosotros, para ti, para mí!
3. EL GRAN RETO de estas palabras del Señor:
Cuando digo 'el gran reto', sabéis lo que quiero decir, ¿verdad?: 'Objetivo o empeño difícil de llevar a cabo, y que constituye por ello un estímulo y un desafío para quien lo afronta'.
¿Cuál es 'el gran reto de estas palabras del Señor'? Pues, creo que hay dos:
- ¡No afanarnos! V. 25a; v. 27; v. 28a; v. 31; y: v. 34. ¿Qué significa? Cualquier preocupación no sana.
- ¡Buscar primeramente el reino de Dios! Vv. 32 y 33. Fijaos en las dos búsquedas. ¡El Señor no dice que no busquemos las cosas necesarias para la vida!, ¿verdad? ¿Qué significa 'buscar primeramente...'?
4. EL GRAN CONSUELO de estas palabras del Señor:
Quiero terminar con esto – terminar con los retos te podría desanimar; y ¡te quiero animar!
¿Cuál es 'el gran consuelo' aquí? Yo creo que es el hecho de que ¡Dios es nuestro Padre celestial! – v. 26; v. 32.
- ¡Es nuestro "Padre"! = ¡su amor!
- ¡Es nuestro "Padre celestial"! = ¡su poder!
Y su Hijo, el Señor Jesucristo, nos enseña tres cosas de gran consuelo sobre nuestro "Padre celestial":
- Nos enseña cuánto valemos para él – v. 26;
- Nos enseña cuánto sabe sobre nosotros – v. 32b;
- Nos enseña cuánto él nos va a dar – v. 33.
¡Qué consuelo más grande!, ¿verdad?
Conclusión:
Es cierto que no podemos vivir sin una serie de cosas físicas, materiales, ¿verdad? También es cierto que estamos viviendo tiempos difíciles, y que tenemos preocupaciones legítimas y comprensibles. Pero ¡dejemos que el Señor, el Señor Jesucristo, nos hable! ¡Volvamos a fijarnos en nuestro Padre celestial!, y ¡confiemos en él! ¡Sigamos buscando las cosas necesarias para nuestra vida!, pero ¡busquemos en primer lugar "el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas [nos] serán añadidas."