¿QUÉ ENTENDEMOS POR SOBERANÍA DE DIOS?
Decir que Dios es soberano es declarar que está en control de todas las cosas creadas. Es declarar que Él es el Altísimo. Su dominio es un dominio eterno; su reino dura de generación en generación. "Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y Él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces? (Daniel 4:35).
Decir que Dios es soberano es declarar que Dios es Dios.
¿DEBE DIOS TRATAR A TODAS LAS NACIONES POR IGUAL?
Dios escogió a Israel de entre todas las naciones para ser su pueblo, su propia posesión (Éxodo 19:5-6; Deuteronomio 7:6-8). Dios ha bendecido a Israel espiritualmente por encima de cualquier otra nación (9:4,5). Él no está obligado a dar a cada nación del mundo los mismos privilegios espirituales.
¿HAN SIDO FRUSTRADOS LOS PROPOSITOS DE DIOS PARA CON ISRAEL?
La Palabra de Dios no ha fallado (9:6). El hecho de que Dios diera a Israel todas estas ventajas espirituales no significa que Él tuviera el propósito de salvar a todos. No todos los descendientes físicos de Israel serán salvos y llegarán a formar parte del verdadero Israel (9:6). Los verdaderos hijos de Abraham no son sus descendientes físicos (9:7), sino los que tienen el Espíritu en sus corazones (Romanos 2:28), y creen (Gálatas 3:7). Había sido ya profetizado que no todo Israel sería salvo, sino sólo un pequeño grupo (9:27). Dios nunca se había propuesto salvar a todo Israel.
¿ESTÁ DIOS LIMITADO POR CONDICIONES FÍSICAS?
El nacimiento de Isaac fue un efecto de la promesa, voluntad y poder de Dios (9:3), y nada más. Aunque Sara era estéril (Génesis 11:30) y pasaba ya la edad de tener hijos (Génesis 18:11), siendo de 90 años (Génesis 17:17), Dios tuvo poder para darle un hijo. Esto no nos debiera sorprender, ya que todos las cosas fueron creadas por Dios, y Él mantiene todas las cosas (11:36). Si Él creó el Universo y lo sostiene, ninguna condición física es un reto para su poder.
¿DEBE DIOS TRATAR A CADA INDIVIDUO POR IGUAL?
Dios eligió bendecir a Ismael haciendo de él una gran nación (Génesis 21:18). Dios eligió bendecir a Isaac aun más que a Ismael, haciendo de él una nación mucho más grande. (La nación judía que recibió tantas bendiciones, y a través de la cual todas las naciones serían benditas.) Dios es libre para bendecir a algunos individuos más que a otros, así como Él es libre para bendecir algunas naciones más que a otras.
Dios trató también diferentemente a los hijos de Isaac: "A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí" (9:13). Este versículo se encuentra en el contexto de dos individuos en cuanto a la salvación; por tanto, parece que el versículo implica que Jacob fue elegido para la vida eterna, y Esaú no.
¿CUÁLES SON LAS BASES DE DIOS PARA TRATAR A LA GENTE DE DIFERENTE MANERA?
Las bases sobre las que Dios elige salvar a alguien no consisten en:
- Tener la misma madre o padre (9:10)
- La edad de la persona: Jacob y Esaú eran gemelos.
- La educación de la persona: Jacob y Esaú fueron criados en el mismo ambiente.
- Las obras de la persona (9:12; 11:6) y esfuerzos (9:16).
- El celo de la persona por Dios. Israel tuvo celo (aunque no estaba basado en el conocimiento) por Dios, pero esto no hizo que Dios eligiera salvarlos a todos (10:2).
- El buscar y desear sincero de la persona (11:7; 9:16). Aquellos que no le buscaban fueron hallados por El (10:20).
- El conocimiento que la persona tenga del Evangelio. Israel había oído mucho más de Dios que otras naciones; sin embargo, Dios eligió salvar a muchos de otras naciones mientras que la mayoría en Israel no fueron salvos (10:21).
Por lo anterior vemos que las bases de Dios para tratar con gente de diferente manera no tienen que ver con razones humanas. Las bases dependen de la misericordia de Aquel que llama (9:12, 16, 18). La elección de individuos para vida eterna está basada puramente en la gracia de Dios (11:6). Esto se ve más claramente en el ejemplo de Jacob y Esaú. Antes de que ellos hubieran nacido, Dios había elegido a Jacob para vida eterna, y no a Esaú.
¿ENDURECE DIOS A LAS PERSONAS?
Dios levantó a uno de los más violentos oponentes de su pueblo: Faraón (9:17). Él pudo haber quitado de la tierra a Faraón y a los egipcios en cualquier tiempo que Él hubiera querido (Éxodo 9:15). En lugar de eso levantó a Faraón (9:17) y lo soportó con mucha paciencia (9:22). Dios endureció el corazón de Faraón para que no hiciera su voluntad (Éxodo 9:12; 10:20,27; 11:10), y así Dios lo castigó.
Dios no sólo endureció a Faraón, sino también a muchos en Israel, de manera que ellos no pudieron ver u oír los asuntos espirituales (11:7-10).
Todas las cosas son creadas para la gloria de Dios: aun los malos (9:17; 11:36; Salmo 76:10; Proverbios 16:4; 1 Pedro 2:8). A la luz de esto la gente ve:
- Que Dios está enojado con los pecadores (9:22).
- Que tiene poder para destruir a los pecadores (9:17, 22).
- Que Él lo hace así porque es un Dios justo (Isaías 5:16).
- Que de esta manera se debe temer y alabar a Dios y refrenarse de hacer el mal (Salmo 76:10, I Reyes 13:1-9).
- Que a aquellos que están salvados como "objetos de su misericordia”, la destrucción de los malos les hace apreciar la grandeza de su salvación (9:23; 11:22).
¿ES DIOS JUSTO?
Es bueno y justo por parte de Dios odiar todo pecado, porque Él es Santo. Dios no está obligado a salvar a nadie, porque todos nosotros somos pecadores y merecemos la condenación. Es realmente extraño que Él salve a alguien, teniendo en cuenta el grado de nuestra maldad. Dios sería perfectamente justo aunque no mostrara misericordia ni compasión a nadie; pero debe ser alabado grandemente, porque tiene misericordia y compasión de aquellos que Él elige (9:15). Él no está en la posición de que alguien le dicte a quién y a cuántos debiera mostrar misericordia y compasión, sino que Él mismo decide. El endurecimiento de los corazones de los hombres es una forma que Dios tiene de castigar. Dios no endurece a inocentes sino a pecadores (9:18). Cuando endurece el corazón de alguien es un acto de castigo, lo opuesto de mostrar misericordia. Todo el mundo merece el castigo de Dios, porque todos somos pecadores. Los hombres no están en la posición de dudar de la justicia de Dios. Tales acusaciones contra Dios son pecado. Una criatura no está en la posición de interrogar a su Hacedor para ver si su Hacedor está en lo correcto (9:20). El alfarero tiene potestad sobre el barro para hacer de la misma masa un vaso para propósitos nobles (v. g. un precioso jarrón para tener el lugar central en la mesa), y otro para uso común (v. g. un plato para el perro dejado en la perrera fuera de la casa (9:21). De manera parecida, Dios nuestro Hacedor tiene potestad sobre la misma masa de seres humanos (que por su propia culpa se han sumergido ellos mismos en el hoyo de miseria), de elegir algunos para vida eterna, y permitir a otros permanecer en su estado de perdición.
Dios está muy por encima de nosotros. No somos capaces de entender las cosas de Dios completamente. Sólo podemos entender una pequeña fracción. A causa de nuestro limitado entendimiento, nunca estaremos en la posición de altercar con Dios sobre estas cosas, sino sólo confiar en Él, como conviene a una criatura para con su Hacedor (11:33-35).
¿SIGNIFICA LA SOBERANÍA DE DIOS QUE EL HOMBRE NO ES RESPONSABLE POR SU SALVACIÓN?
Para ser salvo una persona debe:
- Creer en su corazón que Dios levantó de los muertos a Jesús (10:9-11,13; 9:30-32). El hombre está separado de Dios a causa de su incredulidad (11:23).
- Confesar con su boca que Jesús es el Señor (10:9-10). Esto es una señal de un corazón creyente (1 Juan 4:15).
Cada uno es responsable con respecto a su salvación. Nunca se nos dice en la Biblia que hay quienes desean ser salvos, pero que no pueden sólo porque Dios no los ha elegido.
Cualquiera que quiera ser salvo puede serlo. Todo lo que debe hacer es confiar en Dios y clamar a Él por salvación.
Podemos concluir que cualquier persona está sin excusa delante de Dios (Romanos 1:20) por no buscarle ni creer en Él, aunque el hombre no puede ir a Dios a no ser que sea Dios el que lo atraiga hacia sí mismo (Juan 6:44).
¿SIGNIFICA LA SOBERANÍA DE DIOS QUE LOS CRISTIANOS NO NECESITEN PREDICAR?
Aunque Pablo escribe acerca de la soberanía de Dios en cuanto a la salvación, él también escribe de igual manera acerca de la responsabilidad de los cristianos para la predicación (10:14-17). Pablo argumenta que los hombres pueden ser salvos si invocan el nombre del Señor. Ellos sólo pueden hacer esto si creen. Sólo creerán si oyen, y sólo oirán, si alguien les predica. Dios no sólo ha elegido salvar a los hombres, sino es, a través de la predicación del Evangelio, a través de su pueblo.