Mi gran amor eres tú,
Señor, mi Padre.
Me has dado la vida,
y tu luz habita en mi corazón para amarte,
para servirte con toda mi alma,
y seguir amándote,
entregándome sólo para ti.
Mi Señor,
eres tú lo que más quiero,
Padre amado,
que estás dentro de mí
y me has dado gozo en este mundo.
Con todas mis fuerzas, así te AMO,
y siempre te llevaré en mi corazón.
Te doy todo el cariño que tengo
solamente a ti,
mi querido Señor.