La reina Atalía se burló de los hombres por siete años, pudo derribar el templo en parte, mató a muchos inocentes, convirtió las cosas sagradas en ídolos, pero no pudo burlarse indefinidamente de Dios.
Quién era Atalía.
En tiempos de Salomón, el reino de Israel se dividió en dos. La parte del norte se llamaba Israel, y la parte del sur Judá.
Los reyes de Israel en tiempos de Elías el profeta eran Acab y Jezabel. Estos tuvieron una hija que se llamaba Atalía. Sus padres como eran muy astutos y políticos, quisieron unir el reino mediante un casamiento entre su hija Atalía y el hijo de los reyes de Judá, que se llamaba Joram. Tuvo varios hijos, pero el mayor fue Ocozías.
Su influencia.
Conociendo a sus padres, que eran muy impíos, ella también fue una mujer muy malvada.
Tuvo una influencia muy mala sobre su marido (2 Cr. 21:1-7). Ella siguió a los ídolos de Baal y no al Dios de Israel, de Elías. Ella había oído y visto muchos milagros portentosos con Elías, pero decidió seguir el mal camino de sus padres, y arrastró a su marido en su impiedad.
Hizo lugares altos para que el pueblo adorara a los ídolos y fornicara (2 Cr. 21:11).
Atalía con sus hijos destruyó parte del Templo de Dios y con los utensilios los fundió e hizo ídolos, (2 Cr. 24:7).
Cuando su hizo Ocozías subió al trono, ella en vez de ser una buena madre influyente sobre su hijo, fue todo lo contrario, le influyó para obrar impíamente, (2 Cr. 22:3-4).
Cuando murió su hijo Ocozías, Atalía vio su oportunidad de subir al trono. Con suma sangre fría mató a toda la descendencia real, o sea a sus nietos, a su propia familia. Aquí vemos que el diablo la está usando, porque si hubiera destruido a todos, el Mesías no hubiera nacido de la descendencia o línea de David, como así se había prometido.
El rescate de Joás.
Mientras la matanza de todos los descendientes de Ocozías, había una buena mujer creyente, que casi no sabemos mucho de ella. Se llamaba Josaba o Josabet, era hermana de Ocozías, por tanto su madre o madrastra era Atalía. Esta estaba casada con el sacerdote Jopada, y vivían en el templo de Dios y lo cuidaban. Serían de los pocos creyentes que había en esa época. Tuvieron un papel importantísimo en los planes de Dios. ¿Por qué?
A través de su coraje y valentía, preservaron la línea real de David, a través del cual el Mesías vendría. Porque escondieron al hijo de Ocozías, Joás en el templo, y lo rescataron de haber muerto a manos de Atalía.
Están ahí como un ejemplo de matrimonio piadoso que permanecieron por la verdad. La iglesia necesita matrimonios como estos hoy en día. Modelos de piedad y verdad.
Salvan al niño y lo educan en los caminos del Señor, porque más tarde veremos todas las reformas que hace el rey Joás en el templo y la adoración a Dios.
El castigo de Atalía.
Durante seis años, esta perversa mujer pudo gobernar a su antojo sin que nadie le disputara su autoridad. Ella no sabía que le esperaba un castigo por sus horrendos crímenes, y por su maldad e idolatría.
Al séptimo año de su reinado, Jopada el sacerdote y su mujer Josaba, planean un plan para proclamar rey al niño Joás. Prepararon a las tropas en los lugares estratégicos para hacer frente a cualquier problema y sacaron al niño y lo proclamaron rey, (v.12).
Atalía corrió al templo al oír tanto alboroto y al ver al rey clamó, traición, traición. La apresaron y la mataron fuera del templo.
El sacerdote hizo pacto con Jehová, el rey y el pueblo, (v.17). Creo que esto es precioso, comprometernos con el Señor y su iglesia en servirle y vivir para él. ¿Lo has hecho tú?
La reina Atalía se burló de los hombres por siete años, pudo derribar el templo en parte, mató a muchos inocentes, convirtió las cosas sagradas en ídolos, pero no pudo burlarse indefinidamente de Dios.
Aparentemente, hoy día pasa lo mismo, los malvados e impíos parecen que se pueden burlar de todo y de Dios, y parece que prosperan, pero ¿es así? A nuestros ojos parece que es así, pero no escaparán del juicio de Dios (Sal. 73).
Conclusión.
Aquí tenemos la historia de dos mujeres, Atalía y Josaba. Atalía usó todas sus fuerzas para hacer el mal y para hacer pecar a muchos, pero tuvo su castigo.
Por otro lado tenemos a la casi anónima Josaba, una mujer piadosa, valiente, sabia, que supo enfrentarse a la reina, a expensas de perder su vida. Un ejemplo de enseñar y vivir la verdad. Enseñó a su sobrino la palabra de Dios y lo vemos cuando le hacen rey, le dan no solo la corona, sino el testimonio (v.12). ¿A qué se refiere el testimonio? (Dt. 17:18-20).
Que aprendamos de estas dos mujeres y sigamos el ejemplo de la piadosa Josaba y tengamos cuidado en no caer en las obras impías de Atalía.