CUIDADO CON LAS TRAMPAS DEL ENEMIGOIntroducción:

Hacer un resumen de los cuatro capítulos anteriores. Nos quedamos en la decisión de Ester de presentarse ante el rey Asuero para interceder por su pueblo.

Ester invita al rey y a Amán a un banquete (Ester 5):

Si alguien se presentaba ante el rey sin ser llamado, moriría. Sin embargo vemos en los vv. 1-4 como Ester halló gracia delante del rey. Él extendió el cetro de oro para que se acercara, y no sólo eso sino que le ofreció la mitad del reino. Sin embargo ella esperó al mejor momento y le invitó a un banquete con Amán.

Aún en el banquete él le dijo que cuál era su petición y ella no lo veía todavía oportuno el pedírselo. Lo invitó a otro banquete al día siguiente con Amán.

Creo que muchas veces nos precipitamos a la hora de tomar decisiones y somos muy impulsivas. Aquí tenemos un ejemplo de esperar al mejor momento, sin prisas.

En los vv. 9-14 vemos como Amán a pesar de tenerlo todo no estaba contento por la actitud de Mardoqueo. Este seguía sin postrarse ante él. Al llegar a su casa llama a sus amigos y su mujer y alardeaba de todo lo que tenía, 10 hijos, riquezas y de cómo la reina lo había invitado solo a él. Nunca estaba contento, siempre quería más. Mardoqueo era como una espina.

Aquí aparece otra mujer, la mujer de Amán, Zeres, y sus amigos. Estos le aconsejan que no espere a la fecha para matar a todos los judíos, sino que haga una horca y mate a Mardoqueo. Y así lo hizo.

Fijaros lo poco que se habla de Zeres y ese poco es un mal consejo. Las mujeres tenemos muchas responsabilidades en cuanto a nuestros maridos. Podemos influenciarles o para bien o para mal. Seamos sabias.

Amán se ve obligado a honrar a Mardoqueo (Ester 6). En el v. 1 vemos que el rey no pudo dormir aquella noche. Encontramos una serie de coincidencias, que podemos ver una clara intervención de la providencia de Dios.

La primera que tuvo insomnio, no podía dormir. La segunda, mandó que le leyeran el libro de las Memorias. La tercera es que sus lectores escogieran precisamente aquella parte sobre la intervención de Mardoqueo para salvar la vida al rey.

Son tres aparentes coincidencias, pero sabemos que las coincidencias no existen y que todo era el plan providencial de Dios.

El rey preguntó si se le había hecho algo a Mardoqueo como paras premiarle, pero contestaron que no. Quería recompensarle.

Y ahora llegamos a la mayor coincidencia de todas. Amán se presenta por el patio, era muy temprano por la mañana, quizás él tampoco durmió esa noche preparando la horca para Mardoqueo.

El rey lo manda llamar y antes de que Amán hiciera su petición el rey le pregunta (vv. 6-9). Que ironía, Amán ha hecho planes para destruir a Mardoqueo, y Asuero le manda que sea el instrumento de su exaltación.

Amán es tan egocéntrico que piensa que solo él puede ser esa persona. Amán cae en sus propias redes y es humillado públicamente. Amán va a palacio con la intención de ahorcar a su enemigo y sale con la obligación de honrarle. Que amargura le produciría todo esto.

Después de su humillación no quiere ver a nadie ni que nadie le vea, solo quiere esconderse, se cubre el rostro y corre a su casa avergonzado (1 S. 2:7-10).

Amán es ahorcado (Ester 7):

En los vv. 1-4 ya están otra vez en el banquete y el rey le pregunta a Ester por su petición. Ester ve que es el momento adecuado y le cuenta su petición. El rey se enfada tanto que pregunta quién es ese malvado v.6.

El rey se levanta y se va al huerto a pensar y Amán se deja dominar por el terror, se postra ante la reina Ester y ruega por su vida. Se postró ante el diván donde estaba la reina y el rey pasa en ese instante. Se piensa que quiere abusar de la reina y manda que lo maten.

Amán cayó en su propia trampa (Sal. 9:15-16) Fue ahorcado en la horca que había preparado para Mardoqueo.

Tengamos cuidado con buscar el mal de los demás. El injusto será juzgado por la justicia humana y si se escapa, será juzgado por la justicia Divina.

Decreto de Asuero a favor de los judíos (Ester 8). Ahora el rey sabe que el hombre que acaba de honrar es el padre
adoptivo de su esposa.

Mardoqueo vino a ser el primer ministro del imperio, el segundo en el reino. ¡Hay que ver cómo invierte Dios las posiciones de los soberbios y de los humildes! Eso pasará cuando venga el Señor Jesucristo.

Ahora bien el decreto de matar a los judíos seguía en pie, por lo tanto Ester sigue intercediendo por ellos al rey (vv. 5-6). Ester revela su inteligencia presentando argumentos persuasivos y mostrando sus sentimientos.

El rey le da permiso a Mardoqueo y a Ester para que escriban cartas a todas las provincias con otro decreto del rey. Porque un edicto del rey no se puede revocar (v. 8). Ya habían pasado dos meses y diez días desde que Amán mandó su primer decreto.

La carta que escribió Mardoqueo no era para anular la primera porque no se podía, sino para reunirse como asamblea con el fin de organizarse para su defensa. Notemos que los judíos no son los que van a tomar la iniciativa, sino que van a defenderse contra aquellos que les ataquen. Se trata de una justa autodefensa, no de una venganza arbitraria.

Las cartas salieron rápidamente a todas las provincias del imperio y en todos los idiomas. Como consecuencia la ciudad de Susa se alegró y se regocijó (vv. 15-17).

Incluso algunos se hicieron judíos, quizás para salvar su vida, pero también al ver la protección de Dios por su pueblo y el testimonio de muchos.

Los judíos destruyen a sus enemigos (Ester 9:1-15):

En estos versículos se narra cómo los judíos mataron a todos sus enemigos incluidos los 10 hijos de Amán. La reina pidió al rey un día más para defenderse y acabar con todos sus enemigos y se lo concedió.

Vemos algo muy curioso, los judíos no tocaron los bienes de sus enemigos.

No tenemos que buscar la venganza, pero sí la autodefensa. Los judíos se hicieron una piña, se unieron, la fuerza está en la unidad y la solidaridad.

La fiesta del Purim (Ester 9:16-32):

Los judíos que estaban en otras ciudades mataron a sus enemigos el día 13 de Adar, y el 14 lo hicieron fiesta. Pero los de la ciudad de Susa tuvieron dos días de defenderse y al 15 lo hicieron fiesta. Por lo tanto Mardoqueo escribió cartas a todos los judíos para que se celebraran los dos días el 14 y el 15. En su celebración se añade otro detalle, regalos de comida, el envío de porciones de comida sobre todo para los más pobres (v. 22).

Esta festividad se convertirá en una celebración anual, para que nunca se olvide la gran liberación que los judíos habían experimentado. Mardoqueo era un hombre generoso y práctico, que se acordó de los pobres (Sal. 41:1-2).

Esos días de fiesta son llamados Purim, por el nombre de Pur. Era una piedra que Amán echó para la suerte. Él pensaba en la destrucción de los judíos y Dios en su providencia lo cambió todo para la salvación de su pueblo y le muerte de sus enemigos.

El libro de Ester empieza con un rey que gobernaba a base de ostentación y del capricho, pero termina con un gobernante temeroso de Dios, y por tanto justo y recto, que procuró el bienestar de su pueblo y habló paz para con todos.

Conclusión:

¿Qué podemos aprender de Ester? Fue una mujer muy valiente, paciente, inteligente, con sentido común, dispuesta a interceder y luchar con todos los medios lícitos a su alcance. Una mujer de oración y temerosa de Dios.

Es difícil imaginarse el curso de la historia sin esta mujer. Desde el punto de vista humano, si no hubiese habido una reina Ester, no hubiera existido una nación judía, sin la nación no habría existido el Mesías. Sin el Mesías, el mundo estaría perdido.

Ester preparó el camino, para ella desconocido, de la venida de Cristo. Y a su vez nosotros nos beneficiamos por la obra de Cristo en la cruz. Sin su obra no tendríamos esperanza ni salvación.

Por lo tanto demos gracias a Dios por mujeres como Ester, pero sobre todo por su Hijo que murió en la cruz y compró nuestra salvación y perdón de pecados.

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