“Para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros.” (Hechos 17: 27)

Puesto que ya hemos establecido que Dios es real y personal es lógico pensar que él esté en algún lugar concreto. Pero la Escritura añade mucho más al respecto.Primero. Dios está en su gloria, en el cielo, por colocarla en algún lugar (1 Rey.8:30,32) (Is.63:15), aun cuando los cielos de los cielos no le pueden contener (1 Rey.8:27).

Pero, en segundo lugar Dios está presente en todo lugar (Salmos 139:7-12), por eso puede estar cerca de cada uno de nosotros (Hch.17:28). Es Dios de lejos, soberano, y Dios de cerca (Jer.23:23ss).

Cuando decimos que él está en todo lugar, no es de forma simbólica o con cierta energía, como si fuera aire, sino con todo su ser. Es el Dios personal que ve, escucha, habla y obra y lo hace en todas las partes a la vez (Is.66:1-2).

Dios no tiene dimensiones de tamaño o espacio (Hch.7:48-50). El ya existía cuando aún no había espacio ni materia, pero no se confunde con la criatura, es diferente a ella.

Ahora bien, Dios se manifiesta en diferentes lugares en forma y actitud diferente, ya sea para castigar (Amós 9:1-4), o bendecir (Gen.26:3) Él puede estar en el mismo Seol (Salmos 139:8) (Prov.15:11).

En sexto lugar, Dios puede hacer morada en el templo (1 Rey.8:11), en medio de su pueblo (Sof.3:15) o en el creyente mismo (Jn.14:23) (Rom.8:9s).

Porque Dios es el mismo en cualquier momento y lugar, es que nosotros podemos adorarle en cualquier parte (Jn.4:20).

Oración

“Te doy gracias Señor por estar ahora y siempre cerca de mí y a veces dejarte sentir”.