devocional el ser humano dignidad diferencias“El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre.” (Génesis 9:6)

Con la entrada del pecado vinieron las terribles consecuencias que aún sufrimos, como creación en general y cada individuo en particular.

La imagen divina fue distorsionada. El deterioro físico, espiritual, emocional…, así como nuestra relación con el entorno, con otros seres humanos y con Dios mismo será evidente siempre en cada uno, pero no su dignidad. La enfermedad, deformación o limitación física o intelectual, las razas, o no llegar a nacer, no disminuyen esa dignidad e intentar hacerlo es pecado contra Dios mismo.

La diferencia de dones o liderazgo entre el varón y la mujer fueron dados en la creación (1 Cor.11:3, 8, 9), por lo que ambos son igualmente imagen de Dios en su personalidad, capacidad o espiritualidad (Hch.2:17s). El pecado sí que hizo que su relación y obra fuera dolorosa (Gén.3:9-19).

La redención en Cristo, la santificación, restaura la imagen de Dios dañada (Col.3:10) y el orden de la creación (Col.3:18-19). Términos como deseo, trabajo…, no serán incómodos, cuando se hacen “como para el Señor”.

La restauración completa no se alcanzará en esta vida, solo será posible en gloria (1 Cor.15:49), pues solo entonces seremos semejantes al Hijo (1 Jn.3:2).

Oración

“Padre, siento mucho y te pido perdón por todas esas muestras y señales en mi carácter que me diferencian de ti”.

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