“Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso.” (1 Corintios 12: 18)

Llamamos iglesia a la congregación o asamblea de los redimidos por Cristo Jesús (Ef.1:22s; 5:25). Por eso dice que es él el que la edifica (Mt.16:18), pues él la ganó por su propia sangre (Hch.20:28).

Esta iglesia es universal y única, y alcanza a todos los creyentes de todos los lugares y épocas, por lo que es invisible y perfecta. A ella solo podemos ser añadidos por el Señor (Hch.2:47) por lo que no puede haber errores. No faltará ni sobrará ninguno.

Esta iglesia se refleja en la congregación visible, ya sea en una casa (Rom.16:5) (1 Cor.16:19) o una ciudad (1 Cor.1:2) (1 Tes.1:1). Esta iglesia local debe reflejar a la iglesia universal, pero a diferencia de ella puede cometer errores y tener falsos creyentes (1 Jn.2:19) (Hch.20:29s). Debemos buscar una buena iglesia local para unirnos y comprometernos con ella (Hch.2:41-42).

No debemos confundir a la iglesia, con un edificio o lugar de reunión. La iglesia no es Israel (Rom.11:12-26), o con el Reino de Dios (Hch.8:12; 19:8).

La iglesia se figura como una familia (2 Cor.6:18), esposa (Ef.5:32), templo o edificio (1 Cor3:9) (1 Pedro 2.4-8), cuerpo (1 Cor.12:12-27), etc… De estas imágenes debemos aprender.

Oración

“Gracias Dios mío, pues aunque me llamaste por nombre, de manera personal, me has unido a un pueblo, a tu familia espiritual”.